BDSM: Seguridad y Accesorios
En los últimos años ha habido un aumento considerable en el interés por la práctica del BDSM. Hombres y mujeres han descubierto que causar o sentir dolor puede agregar placer a una relación. Esto provocó un aumento en la venta de esposas, fustas y látigos y otros accesorios.
Sin embargo, todavía existen muchas dudas sobre el uso y manejo de estos objetos. Dudas también sobre cómo funcionan los acuerdos entre dominador y sumiso. Por eso venimos hoy a explicarte y despejarte todas estas dudas.
¿Cómo practicar BDSM de forma segura? Usa la palabra segura
Para una sesión BDSM segura, las personas deben tener todas las reglas definidas y una de las más importantes es la palabra segura. Esta contraseña debe usarse si el socio excede el límite.
La palabra segura puede ser un color, un número, un objeto, un animal o cualquier cosa que no sea parte de la vida cotidiana como: amor, sí, no, por, etc. Elija algo que sea fácil de recordar, pero que cuando se diga se respete fácilmente. Ejemplo: ¡ROJO! Cuando se pronuncia la palabra rojo, el dominador debe detener la acción inmediatamente.
¿Cómo manipular objetos?
Hay multitud de complementos BDSM a la venta en Sex Shops, son esposas, mordazas, kit de bondage, fustas y fustas de distintos modelos y materiales, entre otros. Para que sepa exactamente qué hacer con cada uno de ellos, hemos hecho un breve resumen a continuación.
Los puños son un gran accesorio para empezar. La inmovilización provoca una mezcla de miedo y placer indescriptible. La pareja puede ver y sentir pero no puede tocar al otro y este sentimiento de impotencia aumenta la excitación y el deseo.
El más famoso de todos los artículos BDSM es el látigo. Y este también es un artículo imprescindible para todo aquel que quiera empezar a explorar este lado. Tanto el látigo como el látigo se pueden usar para causar dolor, dentro de los límites acordados, y también causan mucho placer. Diferentes estilos traen diferentes sensaciones.
Si es un principiante, opte por cuero sintético más grueso o cerdas de silicona. Y en el caso del látigo, opta por una punta más grande, así aumenta la superficie de contacto, siendo así menos agresivo.
Hay muchos tipos diferentes de contenedores. Se pueden instalar en la cama, en una pared, en cruz, en forma de barras transversales y mucho más. El propósito de este producto es inmovilizar parcialmente partes del cuerpo como manos, brazos, pies y piernas para un mayor control del dominador.
Se usa una mordaza de bola para silenciar la voz del usuario, evitando que hable. No impide la respiración. Por lo general, se ata sobre la cabeza, pero puede que no, tiene una bola que se coloca dentro de los labios y los dientes y se usa para inculcar una sensación de sumisión.
Una venda en los ojos o una máscara evita que el usuario la vea. Suelen ser clásicos antifaz para dormir o una bufanda que requiere atarse. Al restringir la visión, los otros sentidos se vuelven súper agudos. Esto puede aumentar la sensibilidad al tacto, el gusto, el olfato y el sonido.